Resguardar la salud e integridad de las personas, ha sido el reto principal para todas las organizaciones en esta época de Pandemia Mundial.
Esto a nivel empresarial, ha conllevado a migrar las oficinas a los hogares, generando una nueva dinámica de interacción que puede ser afrontada de forma exitosa, si los líderes incorporan en sus acciones cuatro habilidades claves:
Ser resilientes: para poder trasladar y mantener un adecuado clima organizacional, es imperativo que los líderes se adapten y reinventen ante las nuevas necesidades. Para ello, se debe trabajar en sus capacidades de: introspección, comunicación, empatía, proactividad, independencia y creatividad.
Estar disponibles: la mayor cantidad de tiempo posible; por múltiples canales para que la comunicación fluya de forma oportuna y eficaz.
Rendir cuentas de forma continua de forma bidireccional: para mantenerse en sintonía e identificar trabas que obstaculicen el fluir de las actividades, y así resolverlas en conjunto.
Mantener una actitud y pensamiento positivo: para inyectar la motivación y buena energía en el día a día.
Desarrollar amplio dominio en estos terrenos ayudará no sólo al éxito presente; sino a los nuevos formatos de trabajo del futuro.